SOBRESALIENTE AL CUBO
Si el pasado viernes escribía sobre las licenciaturas “a medida”, compradas por 250 leuros en internet, hoy quiero hablar de la otra cara de la moneda. Se llama esfuerzo, tesón y recompensa.
Me llamaron a decírmelo a principio de semana, con la escueta frase de “cada miembro del tribunal le ha dado un sobresaliente”. Y yo solito, echando cuentas, deduje que al ser tres los integrantes del patíbulo, la cosa termina siendo un sobresaliente al cubo ¿o me equivoco?
Hoy vuelvo un poco la vista atrás y me acuerdo de muchas cosas. Lo más reciente es cuando acabó su carrera de psicología, con unas calificaciones insuperables. Supe entonces que se metía de lleno con la tesina. Buena cosa.
La compaginó -que yo recuerde- con las prácticas en el despacho de su padre y en otros lugares; su beca en el hospital; el arbitraje y los entrenamientos de baloncesto; la colaboración en la priostía de su Hermandad… y además no se le olvidó vivir como su edad le pedía. No dejó de atender nada y todo lo llevó para adelante, mucho más bien que mal.
Su padre y su madre se sienten orgullosos de ella. Y su tía y su tío también. Lo único malo es que me hace viejo cada vez que pienso en estas cosas. ¡Pero si hace tres días que te hacías una foto que a los creativos publicitarios de Coca Cola les hubiera encantado! El tiempo no pasa, corre y vuela.
Esta semana María me vuelve a dar -nos vuelve a dar- otra alegría, la del sobresaliente al cubo, que yo pretendo celebrar este fin de semana con un cubo de cerveza. En mi casa sin que nadie me vea y sin molestar a nadie. A mi forma.
De todos modos, me gusta su trayectoria. No porque lleve mi apellido, sino porque dentro de poco tendrá que echarnos una mano en lo que más sabe. Su prima está deseando conocerla…
Me llamaron a decírmelo a principio de semana, con la escueta frase de “cada miembro del tribunal le ha dado un sobresaliente”. Y yo solito, echando cuentas, deduje que al ser tres los integrantes del patíbulo, la cosa termina siendo un sobresaliente al cubo ¿o me equivoco?
Hoy vuelvo un poco la vista atrás y me acuerdo de muchas cosas. Lo más reciente es cuando acabó su carrera de psicología, con unas calificaciones insuperables. Supe entonces que se metía de lleno con la tesina. Buena cosa.
La compaginó -que yo recuerde- con las prácticas en el despacho de su padre y en otros lugares; su beca en el hospital; el arbitraje y los entrenamientos de baloncesto; la colaboración en la priostía de su Hermandad… y además no se le olvidó vivir como su edad le pedía. No dejó de atender nada y todo lo llevó para adelante, mucho más bien que mal.
Su padre y su madre se sienten orgullosos de ella. Y su tía y su tío también. Lo único malo es que me hace viejo cada vez que pienso en estas cosas. ¡Pero si hace tres días que te hacías una foto que a los creativos publicitarios de Coca Cola les hubiera encantado! El tiempo no pasa, corre y vuela.
Esta semana María me vuelve a dar -nos vuelve a dar- otra alegría, la del sobresaliente al cubo, que yo pretendo celebrar este fin de semana con un cubo de cerveza. En mi casa sin que nadie me vea y sin molestar a nadie. A mi forma.
De todos modos, me gusta su trayectoria. No porque lleve mi apellido, sino porque dentro de poco tendrá que echarnos una mano en lo que más sabe. Su prima está deseando conocerla…
9 comentarios:
Preciosas palabras. Muy bonito el homenaje, seguro que ella se sentirá muy orgullosa de esta entrada y del cariño que le das. Dale mi enhorabuena, en serio, que para los tiempos que corren donde se pasa de asignatura con cuatro suspensos creo que su logro es más que sorprendente.
Por cierto, espero de corazón que andes mejor. Un abrazo.
Felicidades
Gracias por estar a nuestro lado en los momentos buenos y malos. Gracias por tus palabras y por la mujer que tienes. Gracias por todo.
Bonito homenaje, y enhorabuena.
Amigo, estará muy orgullosa de ti. Te lo aseguro. ¿Qué regalo más bonito por su sobresaliente al cubo que tu texto?
Magnífico.
Un fuerte abrazo.
P.D. Enhorabuena a tu sobrina y a ti, por supuesto.
Perdón por la intromisión:
¿Te llegó el correo que te envié? A lo mejor tenemos el teléfono del electricista perdido por el ciberespacio.
Ya me contarás.
Pues no.
Creo que está perdido en el ciberespacio...
Bello ejemplo el de María que no le ha hecho falta que la animen para estudiar con una recompensa de 6.000 euros, no me cabe la menor duda que a parte del tesón habrá tenido y tiene unos padres maravilloso que le habrán hecho ver que lo más importante es la voluntad y que con ella se llega a donde se quiera.
PUES, SU PADRINO, TAMBIEN SE SIENTE ORGULLOSO DE ELLA. Y SOY EL UNICO QUE OSTENTA ESE TITULO.
Enhorabuena, Maria.
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