AMIGO
Carlos Amigo se marcha de Sevilla. Así es y nadie lo esperaba, a pesar de las muchas especulaciones que se habían cocinado en los aledaños de la plaza Virgen de los Reyes. Lo cierto es que el nombramiento de Monseñor Asenjo como coadjutor en la Diócesis no ha dejado indiferentes ni a propios ni extraños.
En este blog felicité a Carlos Amigo por sus Bodas de Plata. Para aquellos que quieran releer el post, verán que dejo el enlace, sólo por reafirmarme en cada una de las palabras que en el mismo dejé escritas. Aunque me equivoqué en el final y no van a venir muchos años más con él entre nosotros. Mucho me temo que en el próximo mes de junio, cuando cumpla la edad reglamentaria que marca la Iglesia, se retirará a un segundo plano y el pseudocordobés Asenjo tomará las riendas de la Iglesia de Sevilla... si no tiene instrucciones concretas de "más ariba" de hacerlo ya.
Sé que quizás no sea todo lo imparcial que deba, pero para contrarrestar otras opiniones, me malicio en que hay muchos calendarios en España, en algunos arzobispados, donde se van tachando los días que pasan para que Amigo Vallejo deje oficialmente de ser Arzobispo de Sevilla, porque ya saben que el Cardenalato es de por vida. ¡Qué más hubieran querido estos que nunca hubiera sido purpurado! Los mismos que justificaban su cardenalato por el peso de la diócesis. ¡Qué equivocados!
Esto no me sorprende en absoluto. Amigo Vallejo ha mantenido excelentes relaciones con el poder político andaluz (ya se sabe qué color) y nacional (con el color que fuere); y de las relaciones "andaluzas" entiendo que la mayor beneficiada ha sido siempre la Iglesia de Sevilla. Un Iglesia que cambió San Telmo (¿era operativo ese palacio para una diócesis del siglo XX?) por muchas, muchas muchas restauraciones de iglesias y conventos. ¿Qué hubiera pasado? ¿Se nos habrían caído a pedazos? Creo que sí. Estas relaciones de un tiempo a esta parte, no han sido bien vistas, desde los ojos ultraconservadores de la más alta jerarquía eclesiástica española.
Y si hay almanaques tachados en España, me sorprende los que debe haber en muchas sacristías de Sevilla, en muchos salones de pisos compartidos por religiosos. Ahora está saliendo algún que otro curita rencoroso que, bajo el anonimato cobarde de un nick en internet, critica los 25 años de Amigo Vallejo en Sevilla. E incluso desde algún púlpito, aunque siempre hay un valiente que, en plena misa, se atreve a reprochar su actitud. ¿Por qué no han dicho antes estas cosas e incluso al propio Arzobispo? ¿A qué le tenían miedo? ¿Quizás a perder la buena vida que llevan, a perder la rica parroquia que gobiernan, el caciquismo practicante que ejercen en alguna localidad o más bien el tiempo de ocio -cura sin oficio ni beneficio- y la rica paga que la diócesis pasa "religiosamente" cada mes?
Amigo Vallejo ha sido dialogante no sólo con los políticos, sino con muchos colectivos ajenos al suyo, al nuestro. Y ha contestado a la propia Iglesia cuando ha tenido que hacerlo, con disciplina, educación y sentido común. Y esto ahora pasa una factura en forma de jubilación. No anticipada, pero sí en su justo y exacto momento. ¿Cuánto tiempo lleva prolongado en su puesto el Arzobispo de Valencia? Doble rasero, que yo le llamo.
Rouco y Cañizares le han obviado en la Conferencia Episcopal, aunque los medios de comunicación de Madrid -sí, de Madrid, no de Sevilla- siguen poniéndole las alcachofas delante a nuestro Arzobispo para conocer su opinión sobre los temas de actualidad. Por algo será. El presidente de la Conferencia y sus adláteres deberían reflexionar sobre esto... y sobre más cosas. ¿Saben de la buena amistad de Amigo Vallejo con la Casa Real? ¿Hay tufillo de envidia por cosas como estas? ¿O quizás porque fue papable, demostrado por un periodista italiano al que le filtraron los nombres votados en el último Conclave?
Cuando Asenjo tome posesión de su cargo, prometo ser fiel a mi obispo, tal como manda mi Iglesia. No seré yo de esos que levanten la voz, sería romper un principio que hay que cumplir. Pero no duden tampoco que en mi fuero interno -y en el externo, porque no hago mal con esto- siempre guardaré cariño, mucho cariño, por este hombre, que con su apellido lo dice todo.
Amigo.
El Cardenal Amigo.
En este blog felicité a Carlos Amigo por sus Bodas de Plata. Para aquellos que quieran releer el post, verán que dejo el enlace, sólo por reafirmarme en cada una de las palabras que en el mismo dejé escritas. Aunque me equivoqué en el final y no van a venir muchos años más con él entre nosotros. Mucho me temo que en el próximo mes de junio, cuando cumpla la edad reglamentaria que marca la Iglesia, se retirará a un segundo plano y el pseudocordobés Asenjo tomará las riendas de la Iglesia de Sevilla... si no tiene instrucciones concretas de "más ariba" de hacerlo ya.
Sé que quizás no sea todo lo imparcial que deba, pero para contrarrestar otras opiniones, me malicio en que hay muchos calendarios en España, en algunos arzobispados, donde se van tachando los días que pasan para que Amigo Vallejo deje oficialmente de ser Arzobispo de Sevilla, porque ya saben que el Cardenalato es de por vida. ¡Qué más hubieran querido estos que nunca hubiera sido purpurado! Los mismos que justificaban su cardenalato por el peso de la diócesis. ¡Qué equivocados!
Esto no me sorprende en absoluto. Amigo Vallejo ha mantenido excelentes relaciones con el poder político andaluz (ya se sabe qué color) y nacional (con el color que fuere); y de las relaciones "andaluzas" entiendo que la mayor beneficiada ha sido siempre la Iglesia de Sevilla. Un Iglesia que cambió San Telmo (¿era operativo ese palacio para una diócesis del siglo XX?) por muchas, muchas muchas restauraciones de iglesias y conventos. ¿Qué hubiera pasado? ¿Se nos habrían caído a pedazos? Creo que sí. Estas relaciones de un tiempo a esta parte, no han sido bien vistas, desde los ojos ultraconservadores de la más alta jerarquía eclesiástica española.
Y si hay almanaques tachados en España, me sorprende los que debe haber en muchas sacristías de Sevilla, en muchos salones de pisos compartidos por religiosos. Ahora está saliendo algún que otro curita rencoroso que, bajo el anonimato cobarde de un nick en internet, critica los 25 años de Amigo Vallejo en Sevilla. E incluso desde algún púlpito, aunque siempre hay un valiente que, en plena misa, se atreve a reprochar su actitud. ¿Por qué no han dicho antes estas cosas e incluso al propio Arzobispo? ¿A qué le tenían miedo? ¿Quizás a perder la buena vida que llevan, a perder la rica parroquia que gobiernan, el caciquismo practicante que ejercen en alguna localidad o más bien el tiempo de ocio -cura sin oficio ni beneficio- y la rica paga que la diócesis pasa "religiosamente" cada mes?
Amigo Vallejo ha sido dialogante no sólo con los políticos, sino con muchos colectivos ajenos al suyo, al nuestro. Y ha contestado a la propia Iglesia cuando ha tenido que hacerlo, con disciplina, educación y sentido común. Y esto ahora pasa una factura en forma de jubilación. No anticipada, pero sí en su justo y exacto momento. ¿Cuánto tiempo lleva prolongado en su puesto el Arzobispo de Valencia? Doble rasero, que yo le llamo.
Rouco y Cañizares le han obviado en la Conferencia Episcopal, aunque los medios de comunicación de Madrid -sí, de Madrid, no de Sevilla- siguen poniéndole las alcachofas delante a nuestro Arzobispo para conocer su opinión sobre los temas de actualidad. Por algo será. El presidente de la Conferencia y sus adláteres deberían reflexionar sobre esto... y sobre más cosas. ¿Saben de la buena amistad de Amigo Vallejo con la Casa Real? ¿Hay tufillo de envidia por cosas como estas? ¿O quizás porque fue papable, demostrado por un periodista italiano al que le filtraron los nombres votados en el último Conclave?
Cuando Asenjo tome posesión de su cargo, prometo ser fiel a mi obispo, tal como manda mi Iglesia. No seré yo de esos que levanten la voz, sería romper un principio que hay que cumplir. Pero no duden tampoco que en mi fuero interno -y en el externo, porque no hago mal con esto- siempre guardaré cariño, mucho cariño, por este hombre, que con su apellido lo dice todo.
Amigo.
El Cardenal Amigo.