jueves, 11 de septiembre de 2008

EXPO ZARAGOZA 2008 (II)

EL RECINTO

Bastante más práctico y aprovechable en el futuro que la Isla de la Cartuja, entre otras cosas porque es diez veces menor. Aunque la capacidad disminuya tanto, es un acierto para una muestra de este tipo: el recinto es tremendamente dominable para el visitante de a pie como lo fui yo. Lo cruzas de una punta a otra tantas veces como quieras y no sólo no se hace largo, sino que no te cansa hacerlo. No hay ningún tipo de transporte interno.

Me ha gustado el que los pabellones se distribuyan en dos plantas. El público, muy numeroso en nuestro segundo día, tiene la posibilidad de acceder a las zonas de la segunda planta con tan solo acercarse a una de las escaleras mecánicas que se distribuyen por el recinto. La distribución, por tanto, es mayor en un menor espacio.

Al recinto le falta un poco más de “verde”. Hay quien me dijo que le faltaban sombras al espacio. Y efectivamente, a algunas zonas les pega el “Lorenzo” a base de bien, pero son las menos. Quien necesite sombra la tiene sin necesidad de buscarla. Otra cosa distinta son los bancos. Hay pocos y su orientación no ha sido pensada con cuidado, ya que suelen estar en los lugares donde da con más fuerza el sol.

El recinto está poblado de lugares donde pudimos ir “repostando”: unos kioscos donde la cerveza, los refrescos y el agua están algo caros… hasta que descubrimos que en su parte trasera había máquinas expendedores ¡a la mitad de precio! Cosa de ser turista. Si lo que se busca más es comer sentado, sin ser sometido a los atracos de los restaurantes, una de las zonas más cercanas al Ebro está únicamente compuesta por numerosos autoservicios. La comida abundante y buena. Los precios completamente normales.

Quien tire un papel al suelo es porque quiere. Las papeleras -con tres bocas distintas según el tipo de residuo- abundan en todo el recinto. Quizás hicieran falta algunas fuentes más, máxime si recordamos que la exposición está dedicada al agua.

Las tiendas de recuerdos de la muestra que se diseminan por el recinto son pocas, aunque en tres días no vi ninguna de ellas llena de personas. El día que entré en una a por unos recuerdos le encontré la explicación al ver las etiquetas de los productos.

Las puertas funcionan con relativa normalidad, siempre que no sea primera hora de la mañana, en la que por lógica se producen colas. En una de ellas, al entrar el primer día, nos encontramos con Fluvi, dejando constancia del encuentro en una foto tal como prometí.

En definitiva, el recinto me agradó bastante.



Próxima entrega: LA OFERTA CULTURAL



Tal como prometí, foto con Fluvi, acompañado de mi ahijado y mi compadre (Fluvi es el de azul del centro... por aquello de la guasa sevillana)



Todas las fotos de esta entrada son de mi propiedad.
Para los curiosos, he cambiado las fotos del post anterior que dediqué a los Pabellones, porque no eran mías.

14 comentarios:

sevillana dijo...

Hay algo para ti en mi blog, lo siento mucho pero recogelo.
Besitos

Juan Duque Oliva dijo...

Que te gusta una mascota, la de Zaragoza es bonit ame gusta.

Al final me están entrando ganas de ir por las fotos. Me da pena el agua aunque dicen que no la desperdician, pero habría que verlo

Saludos

Unknown dijo...

Jeje, supongo que después de la Expo'92 terminaron escarmentados con las tiendas de souvenirs.

Estaban llenas siempre de gente, todo el mundo tenía pins, pero por caja creo que pasaba poca gente (hasta yo... que soy el mas cortado del mundo... algunas veces.... pero pocas.... y con remordimientos... ¿por qué cuento esto?)

Saludos Miguel y gracias por acercarnos la Expo a los que, por una cosa u otra, no la vamos a pisar.

Antonio dijo...

Gracias por acercarnos el evento.

Y que pena que no estuviera Curro por allí...

Antonio

sevillana dijo...

Espero que hayas realizado muchas fotos para poder ver todo lo que nos cuentas, porque yo creo que no podré ir
Saluditos

La gata Roma dijo...

¡Mira Ignacio! Jajaja, con esa foto has convertido esto en una gran entrada; a ver si me enseñas la de la mujer del sombrero… En fin, el análisis promete y me parece genial que lo desgloses así, porque a veces es difícil dar una opinión global…
Kisses

P.S. Por cierto, cosas de la vida, alguien con mi mismo nombre le nominó para un meme… que cosas…
P.S. 2 Pero que fuerte lo del General… y lo cuenta aquí; claro, la mala conciencia…

El Caliz de la Canina dijo...

Al Fluvi mejor invitarlo a comer que comprarle una boina,que cabeza dios mio .... jajajajajajajajaja

Una pregunta,¿Regalaban botellas de agua?

Un abrazo canino.

La Canina seguirá cavilando ......

El Rincón de Sevilla dijo...

Hola, pues por lo que cuentas que andando se puede recorrer bien el recinto, me gusta por que asi la gente no se cansa y mas si los bancos estan a pleno sol y no hay qien se siente en ellos. La tercera foto me encanta es muy refrescante.

El fluvi por lo menos se ve simpatico en la foto jeje.

Saludos.

M. Andréu dijo...

Contestando, que es gerundio

Sevillana, sevillana...

Luz, quizás el primero de los artículos sobre la Expo Zaragoza era demasiado duro. Este cambia algo.

Du Guesclin, eres un niño malo...

Antonio, la verdad es que estuve por llevarme alguna pegatina de Curro y dejarla pegada en algún sitio, pero no encontré ninguna. Lo suyo hubiera sido pegársela a Fluvi, je, je, je.

Sevillana, hemos hecho más de 500 fotos, que ya te enseñaré. Sobre todo del Monasterio de Piedra, visita que me recomendó tu padre, que por si no lo he dicho nunca también es el mío.

Gata, Ignacio y Ana fueron los que más difrutaron. Era lógico.

Canina, no regalaban botellas de agua. Es más, el vaso oficial de la muestra lo tenías que pagar la primera vez que adquirías una bebida, quisieras o no, con lo cual la primera cervecita nos costó 3 euros. A partir de ahí, entregabas el vaso, te lo enjuagaban y sólo pagabas el contenido. Podías devolverlo en lugares habilitados para eso, pero el euro no te lo devolvían, sino que informaban que lo destinaban a proyectos relacionados con el agua... (lagarto, lagarto... ¿donde está la monedita? ¿aquí o aquí?). Y sí, la cabeza de Fluvi es enorme... ¿te lo imaginas de nazareno?

Rincón de Sevilla, en todo el recinto se reparten algunas fuentes, incluso una en la que te puedes meter dentro sin mojarte.

A todos, gracias por participar.

Reyes dijo...

Gracias por acercárnosla, por tus palabras intuyo que la de Sevilla estuvo a años luz de esta.
Si el recinto se parece a la de Lisboa, pues... ¡vaya chasco!
Aún así, me alegro que te haya gustado, y que te hayas divertido con tus familiares, espero la oferta cultural urgentemente para sacar conclusiones.
Un besazo.

Unknown dijo...

Niño malo... jeje, ¿de verdad que nadie "cogió prestado" un pin (u dos) en la Expo?

Vamos, que de todas formas se me quitaron los remordimientos el dia que derribaron el Palenque o el Pabellón de la Santa Sede; o cuando paseo ahora por los Jardines del Guadalquivir o el antiguo apeadero del telecabina de Plaza de Armas...

Eso si que es delictivo; yo al menos tenía 15 años en esa época...

Saludos.

Mer dijo...

Bueno, pues ya acabó todo. He leido bastantes críticas en periódicos, y a ellos no les gusta que se les compare con nosotros...pero tampoco han hecho por mejorar las colas por ejemplo del Pabellón de España.Y copiando cosas de Lisboa 98 y lo del vaso, yo también lo tengo del Forum. Espero enseñes las fotos, porque tan chicas yo no las veo....ayyy, que se me van los cuarenta......
Besos.

ANTONIO dijo...

Bueno pues la Expo de Zaragoza se acabó y aquí de la única oferta cultural que hay que hablar es de la décimoquinta edición de la Bienal de música étnica andaluza, o a lo mejor quieres darle una pinceladita a Madonna que esta mañana se pasó por una Iglesia que yo me sé...y es que cómo no te ví el pasado sábado no te lo pude decir. Os deseo salud y suerte en este nuevo curso y que los verdolagas le ganen a los palanganas... para que no se nos echen a llorar en los próximos partidos de liga que tienen (Barça, Madrid, Vila-Real...)

Que los Stos. Arcángeles te ayuden.

Un saludo (la aceleración de partículas -y de partituras- va a buen ritmo).

el aguaó dijo...

La conclusión nos hace comprender que el recinto superó con creces a los pabellones, es bueno saberlo. Y además compruebo que continúa el análisis. De lujo.

Por cierto, con tu permiso, amigo Miguel: querido Du Guesclin, eso creo que viene por lo del Mariscal Soult, que también era francés.

Un abrazo.