EL DEBATE

He leído todos los periódicos esta mañana y he bicheado un poco por internet. Al final saco la misma conclusión, que es la que yo tenía, y es que cada candidato a la alcaldía adoptó ayer una postura en la que todos los medios de comunicación coinciden.

- Zoido muy conservador sin atacar al contrario.
- Villar muy agresivo con PSOE e IU.
- Torrijos salvando los muebles y arropando al alcalde.
- Monteseirín primero relajado y posteriormente a la defensiva.

Esto es lo que dio de sí el debate de anoche. Me han gustado mucho, por cierto, las páginas de José Luis Losa en ABC, contando cómo se desarrolló esa parte que los telespectadores no vimos: el antes y el después.
Pero a lo que vamos, el debate dejó mucho que desear. Porque al fin y al cabo era un debate de políticos contra políticos. De poder contra poder. De ambición contra ambición. De promesas contra promesas. De mentiras contra mentiras.
No creo que este sea el modelo de debate que se deba plantear ante unas elecciones de carácter local. Al fin y al cabo, los políticos terminan diciendo lo que el votante debe oir y lo que la oposición espera, para poder responder.
Aunque desde este blog no voy a convencer a nadie, sí me gustaría plantear e imaginarme lo que sería ese mismo debate de políticos frente a ciudadanos. Ciudadanos de a pie, no periodistas ni representantes de instituciones. Un debate en el cual los ciudadanos plantearan de verdad los problemas a sus candidatos que encuentran en la ciudad en la que viven. Seguridad, tráfico, empleo, turismo y cultura -por poner un ejemplo- desde la óptica de sevillanos de La Oliva, Ronda de Capuchinos, Pino Montano, Los Diez Mandamientos, Virgen de Luján, Heliópolis, Pagés del Corro y Sinaí. Por poner otro ejemplo.
Sin duda, creo que sería más directo y mucho más edificante. A muchos sevillanos les importa un bledo si el alcalde es amigo de Luis Portillo o no.



Pero sí le preocupan mucho más los baches de su barrio.