UNA GUARRADA

Las mejoras laborales que en cualquier momento plantea cualquier colectivo son siempre, al menos, dignas a tener en cuenta. Porque no creo que exista en ciudad alguna colectivo que proteste por el mero hecho de protestar. Se puedan compartir o no las reivindicaciones. Pero lo que está claro es que una cosa es protestar o reclamar algo y otra hacer el guarro.
Lo de los cocheros a la puerta del Ayuntamiento no tiene nombre. Bueno, sí lo tiene: es una guarrada. Si no lo han visto, no acudan a verlo, yo se lo cuento: han convertido el andén de nuestro Ayuntamiento -la Casa Grande de todos- en una cuadra.
Creo que no es la forma de protestar ni reclamar algo. Quizás sí sea el sitio, pero las formas las han perdido al hacer esto. Desde mi punto de vista, cuando se pierde el sentido de la medida de esta forma no se tiene nada que hacer. Yo, si estuviera en mi mano, ya no les concedería aquello que están pidiendo, que no es otra cosa que algo tan simple como luz eléctrica. ¿No se puede hablar de esto alrededor de una mesa antes de llegar a este punto?
Y ahora que todo está arreglado, tras una simple conversación con varios políticos, la presidenta del colectivo lamenta “haber tenido que causar molestias a los ciudadanos y dejar el andén del Consistorio en malas condiciones de limpieza” (sic). No, señora, discúlpeme pero ya no me sirve al menos a mí. Tenían que haberlo pensado antes... a no ser que ustedes corran con los gastos de la limpieza y que no le cueste a mi bolsillo y al de todos los contribuyentes las horas de trabajo de los operarios de Lipasam.
Si usted, señora presidenta, está acostumbrada a vivir con la suciedad alrededor, yo no lo estoy. Lo siento de verdad.




Por cierto ¿dónde están los trajes que ENTRE TODOS les compramos a los cocheros para la boda de la Infanta Elena? Porque se los pusieron sólo aquel día… Vamos, que estarán como nuevos...



Foto: Diario de Sevilla