377 DÍAS

También lo puedo dar de otra forma: 9.048 horas.
E incluso de otra: 542.880 minutos.
¿Quieren más? Pues ahí lo llevan: 32.572.800 segundos.
Cuando todo este tiempo pase, será Domingo de Ramos.
Mientras, a esperar… ¡no nos queda otra!
Mañana escribiré sobre algo distinto. Hoy aún tengo la cabeza en otro sitio. ¿Quizás en la Avenida? ¿En la Puerta de Carmona? ¿En la Costanilla? ¿En todos estos sitios a la vez? Quien sabe…
13 comentarios:
Es lógico amigo Miguel que aún nos perdure la nostalgia. Más que nada porque han sido días grandes. ya nos queda menos, sí señor, ya nos queda menos. Como dice nuestro amigo Orfila: nos queda una larga chicotá. Lo importante también es que estemos juntos para de vez en cuando recordar esta bendita semana. Un fuerte abrazo.
pues si, pues si, ya solo queda vivir esos segundos, horas y minutos para soñar esa única semana de año, la única semana de ocho días. un placer disfrutar unas horas al menos de tu compañía y de la de carmen.
Bueno, no se que decir,¡qué manejo de calculadora!Echando humo "las dejao"
Necesitamos algo de humor, después de vivir tantos dias en la calle, para volver a la rutina.
Un beso
desde aqui inviatros a mi blog lasteoriasdellimpiaplata
Con lo de letras que yo soy, vaya mareo... menos mal que has hecho tu las cuentas... Intento que mi cabeza no se vaya a esos sitios que me arañan el alma, la ocupo con las preocupaciones de rutina, pero al cerrar los ojos...
Un abrazo
Pues sí, Híspalis, es una larga chicotá, que espero que tenga relevos.
Gracias por volver, tarnishí, espero participar más en tu blog. En cuanto pueda te pondré un enlace.
Mer, lo cierto es que volver a la rutina es difícil. Me ha costado una barbaridad sentarme hoy en el despacho. Me parecía estar en un sitio extraño: la silla es incómoda, me gustan más las de tijera.
Gata, yo también soy de letras... de las que tengo en el banco. Cierro lo ojos y huelo a "Va por tí, Montoya"... ¡Qué añoranza!
Cuando nos queramos dar cuenta, otra vez estaremos sacando las túnicas y oyendo bandas ensayar.
Un beso.
Hola Miguel, aquí está el tío. Yo no he querido ni hacer las cuentas, pero bueno, esto es así.
Me entristece tanto ver cómo hay naranjos aun cuajados de azahar. Es como si el tiempo se detuviera en algunos sitios...
Un fuerte abrazo.
Hola Dama, gracias por participar como siempre. Te he tenido presente esta Semana Santa, aunque no hace falta que te lo diga.
Amigo Orfila, me acordé mucho de ti el Miércoles Santo. Estábamos a la espera de que os echárais a la calle para echarnos nosotros también. Como siempre, la decisión fue la acertada.
Será el 5 de Abril, San Vicente Ferrer a todos los efectos, no te digo más
Será el 5 de Abril, San Vicente Ferrer a todos los efectos, no te digo más
La decisión siempre es acertada, creo. Porque doy por hecho que las decisiones del Sábado fueron tomadas con la mejor de las intenciones. Pero hay en mí una parcelita rebelde que me susurra al oido: "venga, a la calle". No sé, en nuestro caso podíamos haber realizado la Estación de Penitencia.
Comenzó a llover alrededor de las 1:30. Y otras Hermandades con el mismo recorrido emplean 4 horas en realizarlo...
Dejo aquí esta reflexión volviendo al principio de la misma: la decisión siempre es acertada.
Un fuerte abrazo, esperé la noticia con mi cabeza pegada a una manigueta. No sé si sería la tuya.
Siento llegar tarde querido amigo. Una semanita harto dificil.
Pues sí. La fugacidad del tiempo se hace patente en nuestra Semana Santa. El Barroco y las vanitas son su sello. El cirio se derrite y se consume antes de que nos demos cuenta.
Pero ya queda menos para el año que viene...
Un abrazo.
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