lunes, 30 de abril de 2007

LETIZIA ORTIZ

El domingo tuve la ocasión de poder escuchar en la televisión a la periodista Pilar Cernuda hablando sobre Letizia Ortiz, con ocasión del nacimiento de la segunda hija de los Príncipes de Asturias. Decía Pilar Cernuda, con valentía, arrojo y sin medias tintas, que la Princesa de Asturias había sido duramente criticada por dos o tres periodistas, no más, que lo único que buscaban era el beneficio de su ego así como su propio enriquecimiento. Y es cierto, bajo mi punto de vista, por lo que veo y oigo.
No soy quien para corregir a Pilar Cernuda, aunque sí para reforzar y añadir algo a sus palabras. Letizia Ortiz, efectivamente, ha sido criticada a unos niveles de pura vergüenza, por esos dos o tres personajillos de la prensa rosa de tiempos pretéritos (que al ser pretéritos suelen ser imperfectos), que entendían que por aquello de haber tenido cierta confianza en cierto momento de sus vidas con un entorno ciertamente cercano a los Reyes de España, se habían convertido en consultores y asesores de los monarcas. Que no se equivoquen, ni ellos ni ustedes. Los Reyes efectivamente tienen personas que les asesoran, creo que muchos e imagino que positivamente muy buenos. Son personas a las que no conocemos, que no se dejan entrevistar, que guardan una absoluta discreción sobre su trabajo y, lo más importante, no se enriquecen a costa de esto. Por tanto, la intoxicación de esos personajes de medio pelo a la imagen de la Princesa ha caído ya hace tiempo en saco roto, porque la realidad se nos muestra de otra forma: Letizia Ortiz se me antoja -al igual que a la inmensa mayoría de los colegas de profesión y a gran parte de los ciudadanos de este país- que será la Reina perfecta de España, por mucho que de ella quieran decir. Su aprendizaje ha sido espectacular y su saber estar en segundo plano ya se me parece muy mucho al de la Reina Doña Sofía.
Ahora que ha vuelto a ser madre, que sea este blog que también acaba de nacer el que le envíe un mensaje de felicitación, no a Letizia Ortiz, sino a S. A. R. la Princesa de Asturias, Doña Letizia Ortiz Rocasolano.



Porque de apoyo, les aseguro, que no le hace falta.

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