viernes, 28 de marzo de 2008

SABER CALLAR

He tenido la ocasión en mi vida profesional, de impartir formación en comunicación y relaciones con los medios en numerosas ocasiones a estudiantes, empresarios, portavoces, etc. En los temarios, siempre incluyo un capítulo que lo titulo "Saber callar". En el mismo, explico a aquellas personas a las que estoy formando que "cuando no se tiene nada que decir, no se dice nada". Creo que a simple vista es bastante fácil de entender: no digamos nada, si no tenemos nada que decir; no aprovechemos unos minutos o segundos de un medio de comunicación por el simple hecho de "salir" si lo que tenemos que contar no tiene interés informativo para quien nos pregunta; si nuestra declaración puede crear confusión al periodista; o si nuestro mensaje puede ser mal interpretado.
Llevo leyendo en numerosos foros y blogs opiniones sobre el reportaje de la señorita Thais Villa en el programa "El Intermedio" de La Sexta. Tuve la ocasión de poderlo ver en directo, ya que en el momento de su emisión me encontraba en casa. Y lo tenía puesto no porque el Sr. Wyoming sea santo de mi devoción, ni su programa, sino porque esa señorita entrevistó en la tarde del Martes Santo a mi suegra.
Sólo comenzar a verlo me dije a mi mismo que aquello no me iba a gustar. Efectivamente, así fue. No me gustó absolutamente nada. Aunque parte de culpa la tuvieron aquellos que se pusieron ante el micrófono de la señorita Villa. Porque...

... no logro entender cómo un nazareno le habla a una alcachofa.
... cómo un músico de la Banda del Sol le presta su casco.
... cómo un costalero hace la gracia de cogerla en brazos.
... cómo una saetera se atreve a hacer la gracia de tararear una saeta al micrófono.
... cómo alguien le prestó un capirote a la susodicha señorita.
... cómo a unas señoras en la Avenida les sigue pareciendo gracioso "miarmear" (término que muy acertadamente le escuché a Fran López de Paz en El Llamador hace unas noches).

Sé que al bueno de Adolfo, el Hermano Mayor del Cerro, esto le habrá sentado bastante mal, pero sin duda ni él ni la Hermandad son culpables de esto, por mucho que gente cercana a la misma hiciera el ridículo ante la cámara. Y es que una cámara impone (y gusta) mucho. Pero que nos sirva a todos -sí, A TODOS- sobre lo que no se debe hacer.

No voy a gastar mi tiempo en proferir unos cuantos insultos a la señorita Thais Villa, a la que se le apoda en un blog experto en televisión como "la borracha" (http://tvlia.com/tag/el-intermedio/), sino más bien hacer un examen de conciencia sobre si de verdad nos interesa que nuestra Semana Santa sea tratada a nivel nacional sin control o si por contra, las Hermandades, como instituciones que viven en el siglo XXI, deben abordar la comunicación y las relaciones con los medios de forma profesional. Esto, quizás en gran parte, se hubiera evitado. Quien me conoce sabe que sé de lo que hablo.

Pero no quiero acabar sin contar el hecho que me ha llevado a escribir estas líneas: la intervención de mi suegra en el reportaje. La escena se desarrolló de esta forma:

La señorita Thais Villa se le acerca y le pregunta:
- Señora ¿está usted emocionada?
Mi suegra responde:
- Pues no.
La reportera vuelve a la carga:
- Pero ¿no siente ganas de llorar al ver a la Virgen?
Y mi suegra, oliéndose la tostá, vuelve a responder con cara de Jocker:
- Pues no, señorita.
Fin de la conversación.
Ese corte, evidentemente, no fue emitido.





Desgraciadamente, ya tengo otro ejemplo más para el próximo curso que imparta sobre lo que se debe y no se debe hacer.

miércoles, 26 de marzo de 2008

CUMPLIMIENTO ÍNTEGRO DE LAS CONDENAS

No sé hasta que punto un día cualquiera pudiera pasárseme por la cabeza hacer daño intencionadamente a alguien. No sé cuál sería mi reacción. Pero estoy seguro que se debería al principio de acción/reacción por algo que a mí o a alguien de los míos le hicieran. A decir verdad, no soy vengativo y muchas veces -la mayoría por no decir todas- peco de tonto por ni tan siquiera decirle a quien me ha hecho una jugada que me ha sentado mal. Quien me conoce sabe que soy así y que a estas alturas no tengo propósito de cambiar.
No puedo entender el daño deliberado causado a las personas y mucho menos a alguien que no puede defenderse. Es el caso de los ancianos y los niños: jamás haría nada contra ellos. Por ello, me quema por dentro en estos momentos el abrir cada poco tiempo algún medio de comunicación digital (Abc, El Mundo, El Pais…) para ver como evoluciona la noticia que me ha dejado conmocionado hace sólo unos minutos: la detención del presunto asesino de la niña Mari Luz, de Huelva.
A poco que la noticia ha trascendido, ya han comenzado las primeras justificaciones del presunto: la niña murió accidentalmente y que iba con él de forma voluntaria. Lo siento pero no le creo, más conociendo sus antecedentes.
No quiero desde aquí comenzar a crear un juicio paralelo, pero lo cierto es que la primera pregunta que me asalta es que si la niña murió de forma accidental ¿por qué no avisó a la familia? ¿es normal ese comportamiento de tirar a un ser humano -una niña- a una ría?
Por Mari Luz nada se puede hacer. Pero sí quiero reclamar que la justicia actúe, como así lo hará con todo su peso y que la condena que le sea impuesta se cumpla íntegramente. No estoy a favor de la pena de muerte, ya creo que lo he dicho en alguna ocasión, porque nadie es nadie para arrebatarle la vida a otro, pero sí de que las penas, sobre todo las de delitos de sangre, se cumplan al completo.





Y si ese tipo jamás vuelve a ver la luz en libertad, Mari Luz hace tiempo que dejó de verla, aunque seguro que es ya más libre que él.

lunes, 24 de marzo de 2008

377 DÍAS

La cuenta es bien fácil, la he hecho esta mañana: 4 meses de 30 días; 7 meses de 31 días; 1 mes de 28 días; 8 días que quedan para que acabe marzo de 2008; y 4 días de abril de 2009. Sumen, sumen, verán como no me he equivocado.
También lo puedo dar de otra forma: 9.048 horas.
E incluso de otra: 542.880 minutos.
¿Quieren más? Pues ahí lo llevan: 32.572.800 segundos.


Cuando todo este tiempo pase, será Domingo de Ramos.


Mientras, a esperar… ¡no nos queda otra!





Mañana escribiré sobre algo distinto. Hoy aún tengo la cabeza en otro sitio. ¿Quizás en la Avenida? ¿En la Puerta de Carmona? ¿En la Costanilla? ¿En todos estos sitios a la vez? Quien sabe…

viernes, 14 de marzo de 2008

MEMORIA DE FUTURO

La rampla del Salvador. Las palmas. Las ramas de olivo. Los estrenos. El Evangelio más largo del año. Mi corbata. Los reflejos dorados. El olor. La cera. Las primeras flores. Los zapatos de mi mujer. El primer nazareno. La copita en La Mina. Las colas en las iglesias. Los lacitos en la solapa. El almuerzo con prima Rosa y primo César. La inquietud de Alberto. Las hechuras de Tote. La Paz. La revirá de Jesús Despojado. Los palcos. Las colgaduras. Las sillas de enea. Las de tijeras. El programa. El guardia de seguridad. Los saludos. El primer café con Carnerero y Cansino. Mi ahijado (el nazareno más guapo del mundo). La adolescencia de Ana. El paseo hasta casa de mi comadre. La tarde: la Estrella. La noche: los ojos de la Amargura. La Dama, el primer penitente. Esto se empieza a acabar.

El Polígono. El bocina de la calle Santiago. El Cautivo y sus mujeres. ¿Ese es Juan Carlos? Los monaguillos de Santa Marta. La gomina del Jonny y de Manolito. Encarnita y Rafa. La cervecita con mi compadre. La puesta de flores. La charlita dando paseos acera arriba, acera abajo. Las horas que no pasan. Manolo Salguero (“Toma tu cruz y sígueme”). Las calles oscuras del Barrio León (¿?). El nerviosismo, como un niño grande. Las miradas al cielo. Internet y el tiempo al llegar a casa. Mi Padrenuestro.

Mi túnica. Mi túnica. Mi túnica.

El cansancio. La tertulia. Los escoltas de San Bernardo. La pandilla de María de la O. La manigueta torera de Manolo. La bolsa de los bocadillos de Carmela. Los tristes. La cháchara sobre ayer con “las Mercedes”. Más café y más tertulia. Las risas de las dos amigas. El control horario de Pepe Martín. La indignación. La chicotá de la Caridad. Las tapitas. El Buen Fin y su joven pregonero. Jesús Martín Cartaya sin reloj. El Prendimiento y mis escalofríos. Calle Orfila. La radio. La tele en casa.

Los que se van a la playa (¡Benditos sean por siempre!). Las mantillas. Los oficios. La policía de gala. El traje buenecito. La corbata seria. La clavada en el almuerzo (todos los años igual). Las lágrimas de Las Lágrimas. Más Dama. Los planes para esta noche. El abuelo que va y viene. Tertulia. Más tertulia. Las bolsas de pipas. Los cacahuetes. La que enamoró a un Rey. La familia Cuesta. Mi abuela, al ver pasar al Señor de Pasión: más rampla en el recuerdo. La cena de mi suegra. La Semana Santa en la tele. La Legión en Málaga: a dormir. La cabezadita. El teléfono cerca, por si la lluvia cambia los planes (ojalá que no). La una de la madrugada… ¿es jueves o es viernes?

El taxi. Los canis. Las canis. Los invitados. La guasa de primera hora. El capataz del Silencio (¡que peligro!). La ausencia de ruidos. El Hombre con mayúsculas. Los escalofríos. La zancada que se aleja. La Madre traspasada. El fiscal del palio (¡lo más grande…!). ¿Han llegado Inma y Manolo? Los primeros terciopelos. “Ya huele a Roma” y no porque lo diga Burgos, que la frase es mía. El Banderín de Sor Ángela y la solera de esa túnica. El empaque del Dios de la Resolana. El pájaro. Plumas y corazas. Primer bajón. El café. El tiempo que no pasa. ¿Y mi tele pequeñita? Los primeros resplandores. El final de calle Sierpes. La ausencia de un cirio verde (puñetera edad que no perdona). La presiento. La siento. La veo. La miro. Me mira. No aguanto su mirada. La sigo hasta García de Vinuesa. La pierdo. Como nuevo. “Me voy a la calle Parras”. Las risas… ¿por qué? Más ruán. ¿Ese es Luis? Triana. Triana. Más Triana. Julio Vera. Que bien anda ese caballo (pero por lo bajini). Segundo bajón. Triana. ¿Dónde irá Salud? Triana. Más Triana. Los dragones de los ciriales. La Marinería. Triana en estado puro. La Mujer de los ojos grandes donde se mira Inma. Sus nervios. La carrerita hasta donde yo fui antes. De categoría, sin hojana ni hojaneta. Tercer bajón. El frío. El amanecer. Mucho frío. El bronce. La trompetería. La mantilla blanca. Canela y clavo. De refilón, la veo de nuevo en la Encarnación. El taxi. Mi casa (como E.T.).

El sueño. El cansancio. Mi túnica de ruán. El almuerzo (de lujo). Los nazarenos de la O. ¿Quién me ayuda a vestirme? Por el camino más corto, hasta la Costanilla. Mi cruz. Mi soledad de nazareno de negro. No paro de pensar. Una miradita a la derecha en la Avenida. Se ríen (como siempre). No me conocen. Sigo en mis cosas. La vuelta. Reconfortado. Muy reconfortado. Como hacía años. Y ahora… Triana. Mucha Triana.

La melancolía. La tranquilidad. Los Servitas, de cabo a rabo. La corbata negra del ayer más triste. Café o copa... ¿por qué no? Acertar las representaciones del Santo Entierro. La procesión civil (no critiquéis en voz alta, por favor, que se oye todo). El capataz de La Canina… y las flores del paso. La Soledad. Los manguitos. Los ojos de mi mujer. El espíritu de mi mujer. Los recuerdos de mi mujer. La despedida en los palcos… con su poquito de guasa. Más Soledad para mi mujer. Y más, si quiere este año. El reloj de San Lorenzo. El cerrojazo.

De vuelta a Su Ventana. Flores para llevar al Rocío. Aurora de mediodía. Mi amigo Juan Muñoz. Una cervecita en El Rinconcillo. A casa. La siesta. La tele. Mucha tele. La pena. Mucha pena.





¿Quién da más?


PD.: Aquí se cierra este blog hasta el próximo lunes día 24. Lo siento, pero es que no tengo tiempo para otra cosa…

martes, 11 de marzo de 2008

ASILO POLÍTICO PARA 24 HORAS

Estoy seguro que el próximo 24 de mayo tendré algo que hacer: salir de compras, estar en casa de unos amigos, ir al cine… Y si no tengo nada que hacer, seguro que me buscaré algo, porque lo que es ver el Festival de Eurovisión que se celebrará esa noche en Belgrado creo que no va a ser una de mis opciones.
TVE emitió el pasado sábado un programa que se tituló “Salvemos Eurovisión”. Pues vamos listos con el que pretende salvar a este festival. Creo que el tal Chikilicuatre es lo menos representativo que podemos llevar, a no ser que queramos que España sea el hazmerreír de toda la peña.
“Baila el Chiki Chiki” será la canción que nos cante este caballerete, con un estilo que roza el ridículo; sin ningún contenido en su letra, más bien diría que de mal gusto; y con una música… ¿música? Si eso es música que venga Dios y lo vea.
Más que salvar a Eurovisión, creo que con esto lo que haremos será olvidarla un poco más aún. Me parece realmente lamentable que un tipo como este represente a mi país, me represente a mí por tanto.
No sé qué podrán pensar de él tantos y tan buenos artistas que durante mucho tiempo representaron a España en este festival, que siendo un niño recuerdo que nos congregaba a toda la familia ante la televisión en ese sábado por la noche. Era un día que incluso nuestros padre nos dejaban que nos acostáramos un poco más tarde. Aquello tenía fuerza, lo de este año produce vergüenza.
Pues nada, así nos va. Un peluso que no sabe ni cantar ni bailar va a ser el español que nos represente a todos…




¿Podré pedir solo para ese día asilo político en algún país?

viernes, 7 de marzo de 2008

HIJOS DE PUTA

Quien me iba a decir que hoy iba a tener que escribir dos entradas. Como no se me apetece escribir la segunda, tan solo se me apetece poner el título, aquí dejo dos declaraciones del diario El Mundo.


"En declaraciones a CNN+, una testigo explicó que escuchó los tiros y al asomarse a la ventana vio al hombre tendido en el suelo junto a su mujer, María Ángeles, que lo abrazaba mientras su hija intentaba auxiliarlo entre gritos de "¡Asesinos, asesinos!". La testigo pudo ver cómo el ex concejal tenía el pecho ensangrentado".


"Ibarretxe: 'ETA ha perdido el norte definitivamente'"



A buen entendedor, pocas palabras bastan.

FRITO VARIADO

Tengo el blog abandonado. Es algo que me recome por dentro, pero qué le vamos a hacer: entre una punta de trabajo y las noches en la Hermandad con el reparto de papeletas de sitio y muchas cosas más, el tiempo que me queda me permitirán ustedes que lo dedique a comer algo y dormir un poco, porque lo que es dedicárselo a los amigos o mi familia se queda, lamentablemente, en segundo plano.
¡Cuántas horas extras le debo a mi mujer!
Tampoco tengo tiempo de vivir un poco la actualidad, ni casi tan siquiera informarme medianamente. Creo que es la primera vez que sé tan poca cosa de una campaña electoral como en estas elecciones.
Me perdí el segundo debate, pero por lo que he logrado leer, creo que Zapatero estuvo bastante mejor que Rajoy. Sé que la niña de este último volvió a aparecer al final y que va a nacer -según la alcaldesa de Valencia- el próximo domingo. Se llamará Victoria, dixit la Barberá. De cachondeo, si me lo permiten.
La situación en Sudamérica no es buena. Aquella partida de dirigentes alocados son capaces de crear un conflicto de mayores dimensiones de las inimaginables, por un incidente que, diplomáticamente, podría solucionarse.
En Palestina siguen igual, con atentados indiscriminados hacia la población civil. La violencia de género se sigue cobrando una víctima cada día en España. Mari Luz no aparece y “El Solitario” dice que le quieren cargar un crimen que no ha cometido, a través de pruebas falsas.
Mi Sevilla ha salido de la Champions League, el Madrid también, cosa que me alegra bastante. De todos modos, sigo confiando en que lo mejor está por llegar (perdóname, Reyes, esto es así).
Y con respecto a lo verdaderamente importante -mensaje para mi amigo el aguaó- el naranjo que tengo bajo el salón de mi casa ya ha florecido: está que se cae de azahar.




Ya queda casi nada…